Su dueño solicitó tres nombres, Oíste Rican, El Rican y Oíste Candy B,
siendo éste último el que aprobó el Jockey Club de los Estados Unidos.
Debutó ganando el 8 de
agosto de 1990 bajo las órdenes del entonces aprendiz Edwin Castro y 106
libras de peso. Recorrió la
distancia de 1,100 metros en 1:06,2. Finalizó
su primer año como corredor con tres triunfos en seis ocasiones, dos
segundos y un tercero.
Comienza el 1991 con victoria el 18 de marzo la que representó su última
con su nombre original. Mediante
subasta federal, el Sr. Luis Hernández, dueño del Establo Nori-Annette,
lo adquiere y de ahí en adelante se conoció como Vuelve Candy B.
Fue un año de ensueño para el Candy, registrando trece victorias
consecutivas entre ellas la Triple Corona con el jinete Alexis Feliciano y
siempre bajo la preparación de Candelario Bonilla.
Otros clásico que ganó fueron Día de la Raza, Copa Budweiser y Día
del Veterano. Para cerrar con broche de oro le otorgaron la victoria en el
Clásico del Caribe por descalificación de los venezolanos Río Chamita y
Landrea. También como tresañero doblegó a la división mayor entre
ellos a Tatra Voltage, Don Prude y El Financiero.
Su campaña como cuatroañero también fue espectacular al conquistar
trece victorias en catorce participaciones entre ellas cuatro clásicos; Día
de las Madres, Antonio R. Barceló, Día de la Raza y Día del Veterano.
Estos cuatro clásicos bajo el comando de Julio A. García.
También hilvanó una racha de dieciséis victorias consecutivas
porque ganó sus últimas tres de año anterior.
La misma fue detenida por el canalero By Pass en la Copa
Confraternidad.
Empieza el 1993 con una victoria en el Clásico Eugenio María de Hostos,
la primera de una cadena de catorce triunfos en línea.
Este victoria clásica representó su número doce en su carrera,
mejorando la marca de clásicos ganados que poseía el importado Nendivei,
establecida en el 1951. Su
segunda y última derrota de ésa temporada viene en la Copa
Confraternidad ganada por otro panameño, Patricio.
Finiquitó el 1993 con diecinueve victorias y dos cuartos en veintiún
apariciones.
Con seis años de edad y la presencia del Campeón del Caribe de 1993,
Verset’s Jet, las victorias de Vuelve Candy B disminuyeron.
En siete confrontaciones entre estos dos colosos, el hijo de Double
Dewan solamente se lo ganó en una ocasión, el Clásico Eugenio María de
Hostos. El 8 de mayo reverdece
laureles al ganar el Clásico Día de las Madres por ventaja de una nariz
sobre Imbuía Pajoquí. Detuvo
el reloj en 1:46 para la distancia de 1m 1/16, 124 libras y Alexis
Feliciano en los estribos. Fue
su victoria clásica diecisiete lo que constituye una marca para nuestro
Hipismo. También en éste año, 19 de diciembre, logró su última
victoria con la monta de Wilfredo Rohena y tiempo de
1:19,1 para los 1300 metros. El
dinero acumulado durante 1994 lo convirtieron en el primer ejemplar en
nuestro Hipismo en rebasar la marca de un millón de dólares en premios.
Durante el mes de enero de 1995, y con siete años de edad, el “caballo
millonario” compite en cuatro ocasiones y es derrotado en tres ocasiones
por Verset’s Jet y en una por Golden End.
Era obvio que los mejores días del gran gladiador habían pasado.
No obstante, es inscrito para participar en el Clásico Luis Muñoz
Marín celebrado el 19 de febrero. Irónicamente
lo montó el jinete que lo condujo en su primera participación, Edwin
Castro, y lamentablemente no rindió carrera, la primera vez que llegaba
fuera del dinero en ochenta y siete incursiones a la pista.
El evento fue ganado por Verset’s Jet lo que representó su última
participación como correrdor. Luego
es retirado a la crianza en el Haras Santa Isabel donde procreó a Angel
Luis Too y Rayo Dorado entre otros.
En el 1998, su dueño decidió traerlo a competencia y comienza a entrenar
bajo las instrucciones de Domingo Díaz.
El 9 de agosto de ése mismo año, sufrió un accidente en su jaula
y tuvieran que sacrificarlo. Triste
final para un gran Campeón.
De por vida participó en ochenta y siete ocasiones con sesenta y cuatro
primeros, 14 segundos, cinco terceros, tres cuartos y una vez fuera del
dinero, para un total de $1,167,625.46 en premios.
Fue seleccionado Campeón tresañero (1991), Campeón cuatroañero
(1992) y Caballo del Año en dos ocasiones (1991-1992)
Vuelve Candy B fue un ejemplar sumamente consistente.
Dominó todas las distancias, cargo alto peso, registraba buenos
tiempos y creó mucho entusiasmo en la fanaticada hípica.
Por su excelente ejecutoria.fue exaltado al Salón de la Fama del
Hipismo Puertorriqueño en el 1996.
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